Cierren Movistar

Ayer a medianoche expiró el plazo para el registro de los teléfonos celulares con 68 por ciento de líneas dadas de alta y una empresa en franca rebeldía: Movistar de plano le dijo no al Congreso y a la Comisión Federal de Telecomunicaciones y se atrevió a anunciar que continuará dando servicio a todos sus usuarios a pesar de que no hayan dado de alta sus teléfonos móviles. Anoche reculó, pero no es suficiente. Palabras más, palabras menos, en el comunicado de prensa en que justificó su franca violación a la ley, la empresa española —con evidentes resabios colonialistas, racistas y discriminadores— de plano califica a la mayoría de sus clientes de jodidos e ignorantes, incapaces por ello de cumplir con el trámite. ¿Por qué la telefónica española se atreve a desafiar de esa forma al Estado mexicano? Pues por la simple razón de que en este país se puede violar la ley y pasar por encima de las instituciones sin que haya consecuencias. No hay que sorprenderse. Los propios legisladores intentaron violar las leyes y reformas que aprobaron al proponer, como hizo el presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, el priista Ángel Heladio Aguirre, una prórroga de un año para el registro de los móviles, que por fortuna fue atajada por las fracciones del PAN y el PRD. Más allá del pésimo servicio y la limitada cobertura que otorga Telefónica Movistar, el reto que lanzó la trasnacional española al gobierno federal —impensable en Europa o Estados Unidos— requiere una respuesta contundente de la Cofetel y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (máximas autoridades del sector), que no deje lugar a dudas de la rectoría del Estado mexicano en materia de telecomunicaciones. SCT y Cofetel deben suspender de manera inmediata las operaciones de Movistar, pese a su tardía reconsideración. Es inaceptable que bajo la pretensión de tutelar los derechos de los usuarios mexicanos al acceso a los servicios de telefonía móvil, por su naturaleza pobre e ignorante, los empresarios españoles se pasen por el arco del triunfo las leyes mexicanas. El gobierno federal se está tardando en retirar la concesión a Telefónica Movistar. Si en verdad pretende —como dijo el presidente Felipe Calderón en Morelos— transformar México, lo primero que tiene enfrente es hacer cumplir la ley, se trate de una trasnacional española o de un vendedor de películas piratas en un tianguis.